Capitalismo

Sistema económico basado en propiedad privada de los medios de producción, acumulación de capital, trabajo asalariado y la asignación de precios vía oferta y demanda del mercado. El Estado regula en grados variables y garantiza derechos de propiedad y contratos. Asociado a la derecha; sin embargo, no implica por sí mismo una posición o ideología única.

Socialismo

Sistema basado en la propiedad estatal, cooperativa o comunitaria de los medios de producción. Busca orientar la producción y distribución mediante planificación y mercados fuertemente regulados. Propone la desmercantilización de bienes básicos. Asociado a la izquierda.

Comunismo

Horizonte o idea: una sociedad sin clases, bajo un único Estado coordinado por el proletariado y sin moneda corriente, basada en propiedad común y cooperación. No describe, por sí mismo, un régimen histórico; los llamados “Estados comunistas” se definieron más propiamente como socialistas (de partido único) que afirmaban transitar hacia ese horizonte. Se asocia a la izquierda.

Anarquismo

Crítica al Estado y al capitalismo por igual; propone autogestión, federaciones y cooperación voluntaria. Busca la abolición del capital y del trabajo como actividad remunerada. Asociado a la izquierda, reivindicado por algunas derechas modernas… aunque, parafraseando a José José: “Eso lo dudo” 🎶.

Populismo

Estrategia política (no un modelo económico) que contrapone un “pueblo moralmente puro” a una “élite corrupta” y exige que la política exprese la voluntad popular. Puede articularse con ideologías de izquierda o derecha (populismo de izquierda/derecha). En la narrativa populista, se suele usar términos de manera inadecuada, transformándolos y deformándolos.

Fascismo

Ideología y régimen antiliberal y antipluralista. Movilizado por un mito de ultranacionalismo; promueve un partido‑movimiento y considera justificada la violencia política para llegar y permanecer en el poder. En economía suele ser realista‑nacionalista (proteccionista). Se asocia a la derecha, pero puede ejercerse desde cualquier vertiente del totalitarismo.

“Woke” / “Progre”

“Woke” (originalmente “despierto” ante injusticias, sobre todo raciales) y “progre” (“progresista”) se usan hoy a menudo como descalificativos.

“Facho”

(de “fascista”) también funciona como descalificativo en discusiones cotidianas.

Estas no son categorías analíticas; son prejuicios, sesgos y descalificativos que enturbian la conversación.

Ojo: si algo se está yendo demasiado a la derecha o a la izquierda, vuelve al glosario anterior o a tu mapa de doctrinas económicas, y llama a las cosas por su nombre. En nosotros nunca cabrán formas violentas de hablar. Somos mejores que eso 😎.

Y siempre recuerda: si te haces mucho a la izquierda, acabas a la derecha; si te haces mucho a la derecha, acabas a la izquierda… ¡El planeta es redondo! 🌍